Estamos viviendo unas semanas, y las que nos quedan, que jamás hubiéramos imaginado.
La Semana Santa de este año, quedará marcada en nuestro corazón, y en nuestra mente, con una infinidad de imágenes que hablan de dolor, de sufrimiento, de miedo, pero sobre todo de solidaridad, de generosidad, de unidad y de mucho amor, y por encima de todo, de mucha fe.
Porque nadie puede negar, que en estas circunstancias, aún tenemos más presente a Dios en nuestras vidas, y más acudimos a Él.
Los medios de comunicación están llenos de información y de actos litúrgicos, que sigue una inmensa mayoría de gente.
Estas son las raíces de nuestra tierra, y por eso, ante la Pascua que vamos a celebrar, volvemos a decir, que Cristo es nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida.
Quedémonos en casa, oremos desde casa, participemos de las misas desde casa...así pronto, podremos salir de casa, y dar gracias a Dios, por todo lo que está haciendo por cada uno de nosotros.
